Ya ha terminado mi primer mes completo en tierras italianas, y poco a poco me voy adaptando a la vida Erasmus + en Florencia. La experiencia está siendo intensa y enriquecedora, llena de momentos de descubrimiento y de pequeñas aventuras que hacen que cada día sea especial. Octubre comenzó con un clima excelente, días soleados y temperaturas perfectas para explorar la ciudad y sus alrededores. Aprovechamos para visitar uno de los lugares más icónicos y hermosos de Florencia: el Piazzale Michelangelo. Este lugar es conocido por ofrecer las mejores vistas panorámicas de la ciudad, especialmente al atardecer, cuando el sol tiñe los edificios de tonos cálidos. Mientras el cielo cambia de color, es habitual escuchar música en directo de artistas callejeros, lo cual añade un toque mágico a la experiencia. Aunque suele estar lleno de turistas y locales, la energía del lugar y las vistas de Florencia con la cúpula de la catedral al fondo son realmente inolvidables.
Durante las mañanas, sin embargo, seguimos con nuestra rutina de asistir a las prácticas en RLAB, lo cual también forma una parte fundamental de esta experiencia. En mi caso, he tenido la oportunidad de trabajar en el sector del diseño, específicamente ayudando en la preparación de los archivos para el catálogo de la empresa para el año 2025. Es un trabajo detallado y meticuloso que requiere precisión y creatividad.
Cada día se nos pide que presentemos nuevas propuestas para mockups y diseños, especialmente para papel tapiz, lo cual es un reto constante. A veces el proceso creativo es fluido y otras veces requiere más esfuerzo, pero siempre es gratificante ver cómo las ideas toman forma y contribuyen al proyecto final.
Algo que me ha sorprendido y que valoro mucho es la libertad creativa que me han dado. Tengo la posibilidad de retocar imágenes con Photoshop, ajustar colores y detalles, e incluso cambiar elementos si creo que pueden mejorar el diseño. Aunque las tareas pueden ser repetitivas en ciertos aspectos, siempre surgen nuevos desafíos y pequeños problemas que resolver. Cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo y para poner en práctica las habilidades adquiridas durante nuestra fomración en la EASDi.
La segunda semana fue especialmente emocionante porque recibí una visita muy especial: mis padres vinieron a Florencia y se quedaron conmigo durante una semana. Fue genial poder mostrarles la ciudad, llevarlos a mis lugares favoritos y que experimentaran, aunque fuera por unos días, el encanto de esta ciudad.
Aprovechando que estaban aquí, decidimos hacer un viaje de fin de semana a algunos de los lugares más pintorescos de Italia: Cinque Terre, La Spezia y Portofino. Las vistas en Cinque Terre son espectaculares, con sus coloridos pueblos costeros encaramados en acantilados y el mar de fondo. En La Spezia disfrutamos de la tranquilidad de una ciudad costera, y en Portofino, del lujo y la belleza de un puerto que parece sacado de una postal. Sin embargo, la aventura casi no termina bien: una huelga de trenes casi nos deja varados, y por un momento pensamos que no podríamos regresar a tiempo a Florencia.
Además de este viaje, también decidimos visitar Livorno, conocida como la “Venecia de la Toscana” por sus canales. Es una ciudad preciosa a solo una hora y media de Florencia y tiene un encanto particular, con sus canales y su ambiente relajado, que la hacen perfecta para una escapada de un día. Cada rincón parece ofrecer algo nuevo y diferente, y disfrutamos explorando sus calles y descubriendo su historia.
Como aún teníamos ganas de seguir explorando, la última semana del mes organizamos una excursión de un día a Venecia. A pesar de que el clima no fue el mejor —llovió y estuvo nublado casi todo el tiempo—, Venecia nos fascinó con su singularidad. Es uno de los lugares más curiosos y encantadores que he visitado; una ciudad construida sobre el agua, donde en lugar de calles hay canales y donde se siente un aire de misterio y romance en cada rincón. Caminamos por el Puente de Rialto, recorrimos la Plaza de San Marcos y navegamos en vaporetto por el Gran Canal, maravillados de estar en un lugar tan único.
Para finalizar el mes, hemos seguido explorando Florencia. Aunque las últimas semanas de octubre trajeron mucha lluvia, lo que nos obligó a ajustar algunos planes, eso no impidió que aprovecháramos cada momento. Nos hemos dedicado a conocer gente nueva, a descubrir lugares interesantes y a organizar lo que queremos hacer durante el resto de nuestra estancia. Hemos hecho nuevas amistades que han enriquecido esta experiencia y que esperamos conservar más allá de este viaje.
En resumen, este mes ha sido increíble, lleno de aprendizajes, descubrimientos y momentos que seguramente recordaré toda la vida. La vida Erasmus + es un reto, pero también una oportunidad maravillosa para crecer en todos los sentidos. ¡Nos leemos el mes que viene!.