En una fascinante odisea por los rincones históricos de Bruselas, a las 10:30h iniciamos nuestra travesía en la Casa de la Historia Europea. Esta emblemática sede alberga una cautivadora exposición, junto con una cuidadosa colección de objetos y documentos que narran de manera magistral los hitos más significativos de la historia europea. Guiados por una detallada audio guía, cada rincón de este recinto nos sumergió en el legado cultural y político que ha moldeado el continente a lo largo de los siglos.

Posteriormente, nuestra ruta nos condujo al Parlamentarium, donde otra reveladora audio guía nos introdujo en el fascinante proceso de gestación de la Unión Europea.

A través de relatos meticulosamente detallados, descubrimos los cimientos y las visiones que dieron forma a este proyecto de unión continental.

Tras estas enriquecedoras visitas, por la tarde nos dirigimos hacia la encantadora ciudad de Gante, cuyo palpitar se alimenta de la vitalidad estudiantil que la caracteriza. En este contexto, nos deleitamos con un tranquilo paseo, capturando momentos en fotografías que inmortalizan la belleza de sus calles y plazas. Un delicioso helado nos brindó un breve momento de pausa, antes de sumergirnos en un apasionante free tour por los tesoros históricos de la ciudad.

El recorrido inició en el majestuoso Puente de San Miguel, donde las narraciones nos desvelaron los secretos de las cuatro emblemáticas torres de Gante. Desde la imponente Torre de San Nicolás hasta la peculiar Torre del Dragón, cada estructura nos transportó a épocas de esplendor y tradiciones arraigadas. La emblemática Puerta de la Lonja de la Carne, testigo de la estratificación social del pasado, reveló ante nuestros ojos las marcadas diferencias de aquel tiempo.

Nuestra travesía nos condujo a la emblemática Plaza de la Muerte, cuyo nombre hoy se transforma en Plaza de la Vida, en honor a las nuevas generaciones. Antaño escenario de cruentas ejecuciones, hoy esta plaza se ilumina con farolas cada vez que nace un nuevo niño en Flandes o en Gante, simbolizando así la continuidad de la vida y la superación de tiempos oscuros.

El imponente Castillo de los Condes de Gante se alzó majestuoso ante nuestros ojos, recordándonos la grandeza medieval que aún pervive en el corazón de Flandes. Además, el singular Puente de las Cabezas, erigido entre 1905 y 1909 por el arquitecto Luis Coque, nos reveló una faceta más sombría de la historia local, cuando las cabezas de los ajusticiados adornaban sus arcos de piedra.

En esta jornada de descubrimientos y asombro, Europa desplegó ante nosotros sus capítulos más vibrantes y conmovedores, recordándonos la importancia de preservar y valorar el legado que hemos heredado. Un viaje que, sin duda alguna, quedará grabado en nuestra memoria como una experiencia inolvidable de aprendizaje y admiración.

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