Comenzamos nuestro día con un sustancioso desayuno en el hotel. Una vez concluida la primera comida del día, nos dirigimos hacia la estación Bruxelles-Midi con el propósito de viajar hacia Amberes, una ciudad tan mencionada en nuestros anteriores recorridos.
Al llegar al corazón de Amberes, decidimos explorar la encantadora urbe en bicicleta, haciendo nuestro recorrido hacia la plaza central. Allí, cada uno de nosotros se dispersó para reponer energías con una comida a elección personal.
Tras el almuerzo, retomamos nuestras bicicletas en dirección al río Escalda, el cual también atraviesa Gante, otra ciudad belga. Hicimos una pausa para capturar algunas fotos junto al río antes de proseguir hacia el museo Aan de Stroom.
Este museo, el más grande de Amberes, nos recibió con una vista impresionante desde su décimo piso, donde contemplamos el segundo puerto más grande de Europa, destacando su magnitud respecto a la propia ciudad.
Al salir del museo, nos aventuramos por las calles de Amberes, explorando un poco de su encanto. En una de esas calles, descubrimos la casa más antigua de la ciudad, una reliquia única en su género, hecha completamente de madera y aún en pie.
Para culminar nuestra visita, nos dirigimos a un supermercado para adquirir la cena antes de abordar el metro. Una vez más sobre nuestras bicicletas, nos dirigimos hacia una calle cercana al metro para dejarlas.
Sin embargo, al llegar, nos sorprendió una enorme noria, irresistible para no capturar una fotografía. Finalmente, concluimos nuestro recorrido por Amberes paseando por el barrio chino, ubicado cerca de la estación central, antes de regresar a Bruselas.