El sexto día del viaje fue una auténtica maratón de actividades, aprendizajes y momentos especiales. Arrancamos temprano con un desayuno en nuestro sitio de siempre: la cafetería Vincent. Ya es casi una tradición empezar allí el día con un buen café y algo dulce y rico para desayunar.

A las 9:30 nos subimos al bus 138 rumbo a la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Varsovia, nuestro primer destino del día. Allí nos recibieron con muchísima amabilidad la consejera comercial, Dña. Ana María Huerta Sánchez, y las becarias ICEX, Isabelle León y Aitana Gauxax. Nos dieron una charla súper completa sobre la situación económica y comercial de Polonia: datos clave, consejos prácticos y anécdotas personales que hicieron todo mucho más cercano e interesante. Incluso después nos acompañaron al Irena Café Bistró, donde seguimos charlando en un ambiente más relajado. También queremos agradecer a Dña. Rocío Chico, que aunque no pudo estar con nosotros, se tomó el tiempo para saludarnos. Un detallazo.

Para el grupo, fue una visita muy inspiradora. Escuchar a Aitana e Isabelle hablar de su experiencia hizo que todo cobrara mucho más sentido. Ver de cerca cómo funciona una oficina comercial y conocer las oportunidades que ofrece dejó huella.

De ahí nos dirigmos al Dom w Alejach del Kultury Śródmieście, un centro cultural enfrente del museo que han decidido colaborar con nosotros ofreciendonos sus instalaciones para que podamos trabajar y llevar a cabo el proyecto. El sitio es amplio, cómodo y nos dejaron total libertad para movernos. Debora organizó al grupo en varios equipos: unos fueron al Museo Nacional de Varsovia a grabar, otros se quedaron editando vídeos, algunos prepararon contenido para hacer un reel del centro cultural, y el resto estuvo subiendo material a redes. Fue un trabajo en equipo brutal.

A las 15:00 hicimos una parada para comer y compartir ideas. Cada uno eligió lo que más le apetecía: había desde comida tailandesa hasta pizzas italianas. Con la tripa llena, volvimos a trabajar un rato más hasta que a las 16h hicimos una pequeña puesta en común y dejamos todo listo para continuar el día siguiente.

De ahí nos fuimos al Museo Fryderyka Chopina, donde pudimos conocer en profundidad la vida y obra del gran compositor polaco. Y lo mejor: vimos su último piano, una auténtica joya. Además, como era miércoles, ¡la entrada era gratis!. Antes del viaje, Noel, tuvo la idea de revisar qué museos eran gratuitos cada día para que pudiéramos aprovechar mejor el dinero de la beca.

Para terminar el día con broche de oro, a las 19h fuimos al bar español Sol y Sombra, donde nos esperaba Grzegorz y su equipo con todo preparado para deleitarnos. Nos sirvieron una cena de picoteo riquísima en un ambiente increíble. Lo mejor fue que Pancho, amigo de Grzegorz, tocó y cantó en directo, animando la noche aún más. Acabamos todos bailando y cantando canciones de Fito y Melendi como si estuviéramos en casa. Antes de irnos, agradecimos la hospitalidad y… ¡reservamos mesa para el domingo!

La vuelta al hotel fue un poco improvisada: tuvimos que dividirnos y tomar trenes distintos, pero todos llegamos sanos, salvos y con la sensación de haber vivido un día redondo. De esos que se recuerdan.

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