Después de haber descansado bien, a las 8 de la mañana fuimos a desayunar a la cafetería Vincent Boulangerie, donde sus ricos cafés y croissants recién hechos además de deliciosos son perfectos para empezar el día en Varsovia.

A las 9 tomamos el tranvía número 7 rumbo al Museo Nacional de Varsovia. Allí, a las 10 en punto, nos esperaba Zuzanna, responsable del Departamento de Educación del museo, quien había preparado especialmente para nosotros una visita guiada.


Durante una hora y media recorrimos con ella algunas de las galerías más representativas: desde la galería de arte medieval, donde destacan los impresionantes retablos góticos como el Retablo de Wrocław (siglo XV), hasta la colección de arte polaco del siglo XIX, con obras emblemáticas como La batalla de Grunwald de Jan Matejko, o Niños judíos rezando de Samuel Hirszenberg. También pasamos por la sección de arte contemporáneo, donde nos sorprendieron instalaciones y piezas más recientes como las obras de Magdalena Abakanowicz y Roman Opałka. Fue un recorrido fascinante para entender mejor la historia de Varsovia y de Polonia a través del arte, con explicaciones que conectaban cada obra con su contexto histórico y cultural.

Como era martes —día de entrada gratuita—, el museo estaba lleno de grupos escolares. Nos llamó mucho la atención ver a tantos niños polacos participando en visitas educativas, interactuando con las obras y demostrando un gran interés. Nuestros alumnos quedaron impresionados por el arraigo cultural y artístico que se fomenta desde edades tan tempranas.

A las 12 tuvimos una reunión con la responsable del Departamento de Comunicación del museo. Como diseñadores gráficos, pudimos aclarar dudas y comenzar a planificar futuras colaboraciones. Fue una conversación muy productiva y motivadora. Nos explicaron quiénes conforman el equipo, qué funciones desempeñan, cómo gestionan los fondos y las producciones, y qué softwares utilizan, entre otras muchas cosas. Además, nuestros alumnos mostraron interés en realizar prácticas Erasmus+ en el museo, algo que fue valorado positivamente por el equipo, quienes afirmaron que sería un placer recibirles en el futuro.

Después, fuimos a comer al restaurante Gospoda Pod Zygmuntem, donde disfrutamos de platos típicos polacos. Como postre, hicimos una parada obligatoria en Cheesecake Corner, donde el café y las tartas pusieron el broche perfecto a la comida.

Más tarde, Débora y Noel se acercaron al Centro Cultural Dom w Alejach, donde Karolina y Ada nos recibieron con los brazos abiertos. Aprovechamos para saludar al equipo y confirmar nuestra participación esta semana en la edición y montaje del contenido audiovisual relacionado con el museo. Además, ofrecimos colaborar con algunos reels para sus redes sociales. El equipo de recepción no solo nos ofreció una sala de trabajo para el resto de la semana, sino que nos trató de maravilla y nos dio todas las facilidades posibles. ¡Un auténtico placer!

Por la tarde, de vuelta en el hotel, el grupo se dividió: algunos optaron por descansar, mientras que otros aprovecharon para hacer deporte. Kike, Débora y Noel se fueron a correr, disfrutando de Varsovia desde una perspectiva diferente, entre parques y a orillas del Vistula. Otros compañeros fueron de compras, en busca de regalos para familiares y amigos, y visitaron tiendas de joyas y ropa vintage.

Al regresar, nos reunimos todos en el hostel para cenar juntos y compartir impresiones del día. De fondo, un inquilino del hostel veía un partido de fútbol en su ordenador y celebraba los goles con tanta emoción que acabamos todos contagiados. Descubrimos que era del Barça, y como los goles eran del equipo culé, la velada acabó con risas, fútbol y un ambiente muy animado.

Y, por si fuera poco, ¡Nora consiguió por fin sus muletas! Todo el grupo celebró este logro con entusiasmo ya que llevaba varios días con la pata de palo. 💪🎉 #patachula

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