Hoy ha sido un día repleto de experiencias y emociones en nuestra aventura Erasmus+ aquí en Sofía, Bulgaria.
A las 9:15 de la mañana, tras desayunar nos dirigimos hacia la Elisaveta Vazova High School for Design para presentar la segunda parte de nuestro proyecto. Fuimos recibidos por la directora de la escuela, quien nos dio una cálida bienvenida y agradeció nuestra colaboración en este proyecto Erasmus+.
Una vez que todos los asistentes llegaron, incluido Stan, Niky nos hizo una presentación de la escuela y recibimos información sobre Bulgaria, sus ciudades principales y sus costumbres. Para finalizar, disfrutamos de una degustación de productos típicos de cada país, que habíamos incluido en nuestra web. Desde quesos y embutidos hasta dulces, compota, yogurt y bombones, la variedad de sabores nos dejó impresionados y nos dio un vistazo a la riqueza culinaria de ambos países. Todos los alumnos/as y profesores quedaron encantados con la experiencia vivida y muy agradecidos de haber podido disfrutar de tal intercambio cultural.
Después de esta enriquecedora experiencia, nos dirigimos al WTC Interpred de Sofía en metro para visitar la Oficina Económica y Comercial de España. Allí, fuimos recibidos por el Consejero Javier Moral Escudero quien nos brindó información detallada sobre los servicios ofrecidos por esta institución. El alumnado participó activamente, haciendo preguntas interesantes que fueron respondidas de manera cercana y profesional por el señor Moral Escudero. La experiencia fue increíble y nos dejó a todos muy impresionados.
Tras la despedida correspondiente en la Oficina Económica y Comercial de la Enmbajada nos dividimos en dos grupos. Algunos fueron al Estadio Nacional para comprar productos del equipo de fútbol local CSKA Sofia, mientras que otros fuimos hasta la estación de metro de Serdica para dar un paseo y realizar algunas compras de recuerdos búlgaros. Después, regresamos al hotel para un merecido descanso.
A las 20:00 horas, un pequeño grupo nos dirigimos al Puente de Los Leones para cenar. Optamos por probar un kebab búlgaro típico, que resultó ser absolutamente delicioso. Tomamos una foto para inmortalizar el momento.
Tras la cena regresamos al hotel para descansar ya que mañana nos espera otro día emocionante donde visitaremos el Red Flat y la Universidad de Sofía.