El día de hoy se ha presentado como una jornada inolvidable de descubrimientos y experiencias en la vibrante ciudad de Bruselas. La primera actividad en la agenda nos llevó a la Embajada de España, específicamente a la Consejería de Educación, donde fuimos recibidos por el distinguido consejero Pedro Martínez Ruano.
Durante nuestra visita, el señor Martínez Ruano nos ilustró sobre las labores y propósitos que dan forma a su labor diaria. Nos presentó una visión detallada de los proyectos en curso y generosamente compartió consejos y recomendaciones, particularmente enfocados en programas Erasmus para estudios en el extranjero.
Tras esta enriquecedora sesión, nos aventuramos al corazón de Bruselas, donde el bullicio y la historia se entrelazan en las pintorescas calles del centro. Antes del almuerzo, nos permitimos disfrutar de la diversidad arquitectónica y cultural que define a esta fascinante metrópolis.
A la 13:30 horas, nos reunimos para una comida que no solo sació nuestros paladares, sino que también nos brindó un momento de distensión y camaradería. Posteriormente, nos concedimos un breve tiempo libre para continuar explorando las maravillas que Bruselas tiene para ofrecer, deleitándonos con un apacible paseo acompañado de la emblemática taza de café belga.
La jornada continuó con una visita guiada a la majestuosa Grand Place de Bruselas, donde nuestro guía turístico, Alfredo, nos desveló las fascinantes historias que yacen tras las fachadas de los icónicos edificios de la plaza. A continuación, nos dirigimos a la estatua de Everard’t Serclaes, inmersos en las leyendas que envuelven su figura. Se dice que aquellos que la tocan de arriba hacia abajo expresan el deseo de regresar con los mismos compañeros de viaje, mientras que de abajo hacia arriba indican la esperanza de encontrarse con nuevos rostros en futuras travesías.
Descendiendo por las encantadoras calles, nos topamos con la emblemática figura del Manneken Pis, cuya historia en honor a los niños que participaban en el antiguo comercio del cuero nos dejó perplejos. Este peculiar monumento, ubicado estratégicamente en una esquina, nos sumergió aún más en la rica historia de Bruselas.
Nuestra travesía continuó con la visita a la antigua Bolsa de Bruselas, hoy convertida en el Museo de la Cerveza, un testimonio vivo del legado cervecero de la región. Las ancestrales galerías nos recibieron con sus encantos, revelándonos los secretos de las renombradas chocolaterías belgas y la imponente Catedral de San Miguel y Santa Gúdula.
Para culminar este día de descubrimientos, ascendimos al Mirador de Mont des Arts, donde contemplamos en toda su magnificencia la panorámica vista de Bruselas, una ciudad que continúa sorprendiendo y cautivando a cada paso.
En resumen, este día ha sido un verdadero festín para los sentidos y el intelecto, dejándonos con una profunda apreciación por la riqueza cultural y la historia que distinguen a la ciudad de Bruselas.