Nuestro tercer día en Polonia comenzó temprano, con el despertador sonando a las 6:00 de la mañana. Con las mochilas listas del día anterior nos preparamos para una jornada muy especial: una excursión a la histórica ciudad de Cracovia donde al final del día haríamos noche en el hostal Tom.

Sin comprar los billetes partimos en tren hacia nuestro destino a las 7:40 desde la via 1 de la Estación Zachodnia a escasos 5 minutos andando desde nuestro hotel. Al montarnos en el tren, el revisor nos acomodó y nos vendió los billetes. El trayecto duró aproximadamente dos horas y media, tiempo que muchos aprovecharon para dormir, leer o simplemente observar el paisaje polaco.

Al llegar a la estación principal de Kraków Główny, repusimos energías con un delicioso desayuno en la cafetería Piekarnia Cukiernia Awiteks, donde disfrutamos de bollería típica y un merecido café.

A las 11:45 comenzó nuestro esperado Free Tour por el casco histórico de la ciudad. Guiados por Isabella, una simpática y apasionada guía local, nos sumergimos en la fascinante historia de Cracovia. Empezamos el recorrido en el parque Barbakan, una de las antiguas puertas defensivas de la ciudad, y pronto descubrimos que Cracovia es considerada la ciudad mejor conservada de toda Polonia.

El tour nos llevó por la Plaza Mayor (Rynek Główny), una de las plazas medievales más grandes de Europa, donde pudimos ver el antiguo Ayuntamiento, la Basílica de Santa María y el mercado de telas (Sukiennice). También exploramos el antiguo barrio universitario, con su rica tradición académica, y pasamos por el parque Planty. Durante el camino, nos llamó la atención un pequeño parque llamado Nova Puta, ubicado junto a una iglesia cristiana, que nos brindó un momento de tranquilidad entre tanto movimiento.

Finalmente, subimos a la colina de Wawel, donde se encuentran el Castillo Real y la Catedral, dos joyas arquitectónicas de la ciudad. Allí, nos despedimos de Isabella, agradecidos por su entusiasmo, conocimientos y su perfecto español a pesar de ser polaca de nacimiento.

Alrededor de las 15:00 nos dividimos para comer, aprovechando la oferta gastronómica de la ciudad. Algunos optaron por hamburguesas, otros por pizza local en el bar Hot Mamita Pizza y otros por un clásico hot dog en Taste Poland. Cracovia, sin duda, tiene opciones para todos los gustos.

Después de almorzar, nos dirigimos caminando hacia nuestro alojamiento para esa noche: el Tom Hostel. Entre las 16:00 y las 16:30 realizamos el check-in y algunos aprovecharon para relajarse.

Más tarde, el grupo volvió a dividirse según los intereses y la energía restante. Unos decidieron hacer un segundo Free Tour por el barrio judío de Kazimierz, organizado por la compañía Walkative Tours de nuevo de la mano de Isabella. Durante el recorrido, se visitaron lugares emblemáticos como la plaza Nowy, la Sinagoga Remuh con su antiguo cementerio judío, y varias otras sinagogas históricas, además del antiguo gueto de Cracovia en el barrio de Podgórze, donde se encuentra parte del muro original. También se pasó por las escaleras famosas cuya historia fue inmortalizada en la famosa película La lista de Schindler.

Como anécdota, la guía explicó que en la plaza de las sillas vacías (Plac Bohaterów Getta), cada silla representa a una víctima del gueto, símbolo del vacío dejado por la comunidad judía tras el Holocausto. Otros optaron por pasear tranquilamente por las calles de Cracovia y visitar algunas tiendas locales, mientras que los más cansados aprovecharon para descansar en sus habitaciones.

Tras esta última foto, Enrique, Noelia, Debora y Noel visitaron la Basílica de Santa María, construida en el siglo XIV en uno de los laterales de la Plaza del Mercado y uno de los monumentos más conocidos de Cracovia. Tras esta visita, terminamos el día tomando algo en el bar Pianola, donde se unieron el resto de integrantes del grupo para pasar un rato muy agradable entre risas, anécdotas y buena música.

Más tarde, fuimos al Kebab Faraon para cenar todos juntos, disfrutando de la comida sin prisas y de una conversación animada, llena de risas… ¡y hasta alguna canción espontánea! De regreso al hotel, cruzamos la Plaza del Mercado, que por la noche, con su iluminación, nos regaló una imagen mágica. Allí nos detuvimos un momento para sacar unas fotos de grupo y guardar un bonito recuerdo de esta jornada en Cracovia.

Ha sido un día largo pero muy enriquecedor. Mañana nos espera una visita muy significativa: el antiguo campo de concentración de Auschwitz. Será una jornada de reflexión y memoria.

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