Hoy, sábado 16 de marzo, hemos tenido un ajetreado y emocionante día en el que por fin podemos decir que hemos conocido con más detenimiento la ciudad de Sofía y a algunos de quienes van a ser nuestros anfitriones búlgaros durante este viaje.

La mañana ha comenzado con un espectacular desayuno en el hotel, con el que hemos cargado las pilas para encarar el nuevo día. A las 9:30 hemos salido hacia el centro de la ciudad, no sin antes hacer una bonita foto de grupo.

Hemos pasado la mañana asistiendo a un free tour de la ciudad de Sofía organizado por la empresa 365 Tours. Nuestros guías, Vasil y Vladimir, nos han enseñado algunos de los lugares más emblemáticos del centro de la ciudad. Comenzando por la catedral de Sveta Nedelya [Santo Domingo] y sus alrededores, los dos grupos en los que nos hemos dividido hemos descubierto la increíble historia de la ciudad, llena de cambios, sobresaltos y culturas compartidas.

Sobre la antigua ciudad romana de Serdica se superponen distintas capas que corresponden a todas las etapas históricas de Sofía: la iglesia de santa Petka de los Talabarteros, que actualmente está en una estación de metro, tiene a su lado la mezquita de Balnya, la Sinagoga y una espectacular estatua de Agia Sofía, que da nombre a la ciudad.

Hemos podido conocer también los antiguos baños de la ciudad, donde los Sofietas siguen llenando botellas y garrafas de agua termal. También hemos hablado de la Bulgaria comunista y su recuerdo en la memoria de quienes vivieron durante la época. Un rincón inesperado en el interior del palacio de la Presidencia nos ha sorprendido, pues alberga la iglesia de San Jorge, que fue el único edificio que sobrevivió intacto a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.

Así, entre ciruelos llenos de las pulseras rojas y blancas de las martenitsa, hemos llegado a la imponente catedral de Alejandro Nevsky, donde nos esperaba un acontecimiento único: comenzaba, en un extraordinario silencio, el funeral por el Patriarca Neófito, que ha paralizado el centro de la ciudad con sus dos días de luto oficial.

Tras despedirnos de nuestros guías hemos ido al Mercado de las Mujeres, un lugar tradicional e imprescindible en cualquier visita a Sofía, y después, a comer. Parece que la comida italiana ha sido la especialidad reina del día de hoy, aunque algunos han podido disfrutar también de cocina fusión turca.

Por la tarde, después de descansar un rato, hemos ido a cenar y a conocer, por fin, a Stan, Niky y algunos miembros del equipo de estudiantes búlgaros de la escuela Elizaveta Vazova, con quienes hemos disfrutado de una espléndida velada. Además de ponernos cara, compartir experiencias e impresiones después de 3 meses de trabajo en equipo, hemos podido entretenernos jugando al billar, futbolín y los dardos. ¡La experiencia ha sido increíble y lo hemos pasado genial!

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