Tras las difíciles despedidas de la noche anterior y los nervios típicos de la vuelta a casa lo cual dificulta la conciliación del sueño de manera puntual quedamos a las 7:00 para desayunar en el restaurante del hotel con el equipaje preparado.

Tras el desayuno y recoger las maletas bajamos a recepción para hacer el check out y entregar las tarjetas de las habitaciones. También aprovechamos para dejar en la recepción del hotel un pequeño detalle de agradecimiento para Stan y Niky, nuestros guías, ayudantes y amigos en esta maravillosa aventura que habíamos vivido.

A las 07:50 llegaron nuestros taxis puntuales como un reloj suizo y partimos hacia el aeropuerto. La ciudad nos despedía soleada y con la resaca típica de una mañana de domingo. Habíamos disfrutado muchísimo de nuestra experiencia, pero también estábamos deseando volver a casa y ver a nuestras familias y amigos.

Al llegar al aeropuerto recorriendo los escasos 10 kms desde el hotel en apenas 15 minutos nos dirigimos a Salidas para pasar el control y posteriormente acercarnos hasta la puerta de embarque B4 donde nos esperaba nuestro avión del vuelo FR6409 Sofia-Madrid. Los alumnos/as durante el rato de espera aprovecharon para comprar algunos detalles y tomar un café.

El vuelo a Madrid transcurrió tan cómodamente como los asientos de Ryanair permiten, y llegamos puntualmente a la hora prevista. Una vez en la Terminal 2, tomamos el autobús de tránsito hacia la Terminal 4 y, sin tiempo para comer, nos montamos en el autobús de Alsa con destino a Tudela a las 15:20, realizando un trasbordo en Soria donde los alumnos/as pudieron disfrutar de algunos pinchos y la típica barrita energética soriana; el torrezno.

A las 19:25 llegamos a Cintruénigo, la primera parada de nuestro viaje, donde algunos de nosotros descendimos mientras nuestras familias nos esperaban con gran expectación. Claudia y el resto de los alumnos continuaron hasta Tudela, donde las familias los recibieron con gran alegría.

Al finalizar nuestra aventura, las expresiones en los rostros de los alumnos/as y sus familias reflejaban todo lo experimentado durante este viaje Erasmus+: felicidad, aprendizaje y sólidas amistades. Ha sido una experiencia extraordinaria que no solo ha implicado colaborar con otros compañeros/as europeos en un proyecto conjunto, sino que también ha fomentado un desarrollo personal significativo entre los participantes, mejorando sus habilidades de autonomía, adaptabilidad, cooperación, lingüísticas, interculturales y sociales. Sin lugar a dudas, estamos encantados con los resultados del proyecto.

No hay duda de que el esfuerzo dedicado por parte de todos ha valido completamente la pena.

¡Gracias Bulgaria Gateway, Elisaveta Vazova High School for Design, Stan, Niky y resto de personas que habéis hecho esto posible. Nos vemos pronto!.

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