Hola a todos, en especial a mis compañeros de 3.º de Estudios Superiores de Diseño Gráfico. Ya llevo 10 días en Sarajevo, y la verdad es que estar sola en un país que no es el tuyo tiene lo suyo. El 17 de febrero volé desde Barcelona hasta Sarajevo, haciendo una escala de 3 horas en Serbia.

Después de esperar, nos subieron a un pequeño avión y llegamos a Sarajevo sanos y salvos. Tras pedir un taxi que me llevara a la residencia, llegué al lugar que será mi casa durante los cinco meses que quedan por delante. Afortunadamente, me estaban esperando nada más entrar al recinto de la residencia y me ayudaron a subir las maletas a mi habitación.
Después de descansar durante un día entero, tras haber ido de aeropuerto en aeropuerto sin perderme, el 19 de febrero, por la tarde, me dispuse a salir a dar una vuelta por el centro de la ciudad para saber dónde estaba ubicada la Academia de Bellas Artes de Sarajevo. He de confesar que verla en persona es impresionante y, de noche, es muy bonita. La ciudad por la noche es muy tranquila; hay mucho tráfico, pero aparte de eso, la gente es amable y relajada. Decidí seguir el camino del río hasta llegar al final de la calle y me dispuse a volver a la residencia. Casi me pierdo en el casco antiguo (Baščaršija), por poco y no vuelvo a la residencia con uno por ciento de batería en el móvil, pero logré llegar sana y salva.

Los dos días posteriores me dediqué a hacer papeleo. El 22 volví al centro de Sarajevo y, tras pasear por un centro comercial, bajé por la calle principal hasta el casco antiguo. Después de comer y descansar unos minutos, volví a dar vueltas por sus calles y decidí ir a ver el atardecer. Me dispuse a caminar cuesta arriba hasta Žuta Tabija, el Bastión Amarillo, desde la cima de una colina, donde hay vistas impresionantes de toda la ciudad y de las montañas que la rodean. Después volví a la residencia para descansar.

Tras una semana de intentar saber cómo funcionaban los tranvías para poder desplazarme por la ciudad, decidí que quería saber cómo llegar al aeropuerto, ya que mi compañera de habitación llegará dentro de poco y me gustaría recibirla para que no se pierda. Aprovechando el momento, decidí realizar una visita al Túnel de la Esperanza, situado en la parte trasera del aeropuerto. El lugar es actualmente un museo que estuvo activo durante la guerra en Bosnia y Herzegovina. La réplica del túnel original está situada bajo la casa, a pocos metros del original. La experiencia es única, sobrecogedora y muy visible en los edificios antiguos del centro de la ciudad.

Los dos días posteriores estuve haciendo trámites en Correos y en la embajada de España. Ayer era el día que más esperaba con ilusión, el 27 de febrero, el día de bienvenida para estudiantes extranjeros

Como me dijo Noel: “Quien madruga, Dios le ayuda”, y efectivamente, después de estar preguntando en la Academia de Bellas Artes y no tener ni idea de dónde era la presentación de los estudiantes internacionales, terminé en el edificio de la Universidad de Sarajevo, que también es la Facultad de Derecho. Afortunadamente, llegué al edificio y fui la primera en entrar al salón. Unos minutos más tarde, comenzaron a llegar más estudiantes internacionales.

Después de la sesión informativa, nos reunimos todos junto al grupo Erasmus Student Network para ir a charlar y tomar algo en una cafetería cercana. Espero que los meses que me quedan en Sarajevo traigan chisme al blog. Nos vemos el próximo mes.
