La primera semana en Porto ha sido súper intensa donde todo lo que he hecho, sentido y aprendido ha dejado huella. Para ser mi primer viaje solo, creo que lo he llevado bastante bien, así que aquí les cuento mis experiencias.

El viaje a Oporto fue largo, alrededor de once horas en autobús desde Zaragoza, pero lo mejor es tomar el viaje de noche y dormir la mayor parte del tiempo. Llegué por la mañana temprano y me fui directo a la residencia para instalarme, la opción más barata en verano.

Mi primera impresión de Porto fue buena: calles limpias, mucha vegetación, pero muchas cuestas, o al menos eso me pareció al cargar las maletas. Aunque, después de un tiempo, te acostumbras.

Al llegar a la residencia, me enseñaron la habituación y las instalaciones. Me gustaron mucho: cuarto acogedor, calefacción, gimnasio, jardín, barbacoa, sala de estudio, cafetería, una estación de metro a 200 metros y lavandería. Un lugar muy completo, con gente que parecía una gran familia, y más adelante puedo confirmar que es así.

Después de instalarme y organizarme, fui a comprar lo que necesitaba para el baño y la cocina. Afortunadamente, tenía un supermercado Lidl cerca y salí con tres bolsas llenas de cosas. Organicé todo en mi pequeña casa, preparé la comida y me duché después del largo viaje para ir al estudio de Ricardo Daniel, donde este mes realizaré las prácticas.

El primer día fui caminando para ver Porto, y cada calle tenía algo interesante: detalles, mosaicos e ilustraciones que nunca me canso de ver. Al llegar al estudio conocí a mis compañeros de trabajo y Ricardo me mostró con detalle el estudio. Ahí tuve mi primer contacto con el idioma, que más o menos entendía. Tras conocernos y quedar para el día siguiente a las 9am me fui a descansar.

Durante la primera semana, he aprendido mucho en el trabajo, desde animación 2D y 3D, donde estoy experimentando con nuevas técnicas para la presentación de una importante marca en Oporto, utilizando After Effects. La metodología de trabajo que Ricardo utiliza para desarrollar su proyecto me ha impresionado bastante, ya que le gusta experimentar y trabajar con elementos físicos. Además, he recibido valiosos consejos y trucos de mis compañeros sobre diferentes programas. Me estoy integrando más con ellos y ya estamos planeando muchas actividades fuera del trabajo durante mi estancia aquí.

Para cerrar esta entrada del blog me gustaría contarle el turismo que he realizado en Porto esta semana. Mi primera toma de contacto fue con Jordan, mi compañero de trabajo y director artístico del estudio. Juntos visitamos varios monumentos y lugares importantes como el Palacio de Cristal y su mirador (que ni es palacio ni es de cristal), los Tribunales, la Torre de los Clérigos, la Plaza de Aliados (que me recordó a la Gran Vía de Madrid) y la estación de Sao Bento.

Durante el tour hicimos algunas paradas en restaurantes, como la Taberna Santo Antonio, donde probamos buñuelos de bacalao, y Manteigaria donde probamos el pastel de nata con canela. Confieso que una vez lo pruebas, te vuelves adicto.

Además de esa ruta, el sábado fui a un espectáculo de video mapping llamado “Spiritus” en la Iglesia de los Clérigos, y el domingo, aprovechando el buen tiempo, me di un paseo desde el puente de Don Luis I hasta la Praia de Matosinhos, probando el tranvía y disfrutando de la costa. Llegué a casa después de una semana agotadora y descansé para empezar la nueva semana.

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